<Nargond/130702>
Desarrollador: ADK | Año: 1996 | Plataforma: Neo Geo
Twinkle Star Sprites es un juego peculiar. Al principio parece un puzzle, y de hecho tiene algunos elementos de este género como luego veremos, pero tras jugar unas cuantas partidas uno se da cuenta de que está ante un matamata en toda regla.
Lo primero que asombra es su desarrollo, imaginativo a mas no poder. Se trata de matamarcianos pensado para ser jugado a dobles, pero no cooperativamente sino en competición, es decir, que hay que destruirse el uno al otro. Para ello, se dispara al contrincante con unas “balas” especiales… Pero vayamos más despacio.
El juego se desarrolla a pantalla partida verticalmente, una para tu personaje y otra para el rival. Por tu pantalla aparecen enemigos volando en formación, y se trata de dispararles de manera que exploten en cadena los máximos posibles a la vez. En cadena quiere decir que la explosión de uno hará estallar al siguiente, y este a su vez al siguiente, y así cuantos haya en el alcance de las onda expansivas.
Cuando explotan cuatro seguidos (elemento de puzzle), aparece una “bala especial” (una especie de fantasma) que saldrá de tu parte de la pantalla hacia la del contrario, y eso será lo que pueda destruirle; si explotan más de cuatro saldrá un número de fantasmas equivalente al número de explosiones. Porque como he dicho, el contrario es el verdadero enemigo, no los los bichos que vuelan por tu pantalla (que de hecho al golpearte no te matarán, sólo te dejan atontado unos instantes).
A menos que el fantasmilla le impacte sin remisión, tu enemigo o bien puede esquivarlo o devolvértelo. Las balas se devuelven disparándolas (método lento y peligroso) o bien creando una explosión que las afecte, usando los bichos de tu propia pantalla. Cuando se devuelve una bala especial, se vuelve mucho más veloz y peligrosa. Pues bien (uf, la explicación es complicada, pero el juego es muy sencillo en cuanto se entiende la mecánica, nos vayáis a creer), también se puede hacer una contra de esas “balas especiales” devueltas, usando la misma mecánica. Pero en ésta ocasión, lo que viaja a la pantalla del contrario no es un fantasmilla, sino un curioso ingenio que depende del personaje que estés utilizando y que es mucho (pero mucho) más peligroso que los fantasmillas.
Y aparte de todo esto, ocurren cientos de eventos intermedios: lanzamiento de bombas, aumento del poder de disparo, esferas que multiplican los fantasmillas que generas, ataques de “jefes”… Junto a esto, hay otro punto que le aporta más profundidad e interés al juego en modo historia (cuando juegas solo), y es que si haces muchas explosiones simultáneas, se te suman a los puntos estilo Bangai-o (bueno, en realidad el Bangai-o es posterior a éste), lo que hace que se busquen los momentos más adecuados para realizar las explosiones.
¿Qué es todo esto, al fin y al cabo? Pues una cruenta y divertidísima lucha de habilidad, de un modo que jamás se había visto en un matamata. Una joya: imaginación, jugabilidad, diversión, profundidad… Twinkle Star Sprites es un juego que tiene todo lo que se pueda desear, y aunque quizás sea difícil jugar “a por puntos”, no creo que ese sea un fallo que se le pueda achacar a este juego, que va por un derrotero muy diferente al que estamos acostumbrados.
Sobre los gráficos, sonido e historia, pues se mantienen a muy buen nivel. Los personajes son prototípicos del manganime, mezcla de Sailor Moon con Pokemon o similar, con comentarios graciosillos entre pelea y pelea y una típica historia sin demasiada importancia, el ambiente es muy colorido y animado, con muchos ruiditos graciosos; adorable, en definitiva, pero sobre todo muy funcional. La música es muy de mi gusto, electrónica por lo rítmica pero tirando a melódica, en definitiva: me ha encantado.
Es un juego que recomiendo sin dudar, sobre todo para picarse a dobles; pero individualmente también es muy divertido e incluye reto de pasárselo sin continuar… En definitiva, jugabilidad y diversión a raudales. No os lo perdáis.
